Había una canción que un personaje que tenía un programa infantil les cantaba a los niños. Al comenzar decía: “si la primera vez no puedes, vuélvelo a intentar”.
Meditaba yo que la vida se compone de
muchos intentos. Intentar es tener el propósito de realizar algo. Es
procurar o pretender lograr un objetivo. Y nosotros los seres humanos,
tenemos miles de intentos fallidos y miles de intentos en los que hemos
logrado más cosas de las que imaginábamos. Lo cierto es que no importa
cuántas ocasiones debamos repetir el mismo intento, porque lo importante
es que lo logremos.
Grandes científicos que ha dado la
historia, no se rindieron ante los muchos fracasos que tuvieron. No
cedieron ante la presión, burlas y comentarios negativos de las
personas, porque ellos estaban enfocados en que detrás de cada fracaso,
aprendían algo nuevo que los llevaría o acercaría más a aquello que
querían descubrir, hacer o lograr.
Hace algún tiempo me puse a leer algunos
escritos de cuando era una adolescente e intentaba escribir. Grande
fue mi sorpresa al ver la mala calidad que tenían algunos de ellos. Sin
embargo, ahí seguía mi corazón expuesto a través de las letras. Hoy
día escribo un poco mejor y cada día trato de mejorar y perfeccionarme.
Pero si hoy día puedes leerme es porque
no dejé de seguirlo intentando. Hubo momentos en que las críticas a
algunos de mis escritos, no fueron tan buenas como yo esperaba. Pero
seguía escribiendo, tomaba sugerencias de personas que en verdad
deseaban estimularme y ayudarme.
Cada día sigo intentando ser mejor. No
solo escribiendo, sino en todas las áreas de mi vida. Existen algunas
áreas que son más difíciles de manejar y de intentar corregir que otras.
Ciertamente a veces quisiera rendirme, desistir, olvidarme de todo,
porque no darse por vencido, cuesta. Pero pienso en esos anhelos que
tanto he ambicionado desde mi niñez y continúo trabajando para
alcanzarlos.
Puede que hoy, estés pensando que no vale la pena. Quizás hoy dijiste: “hasta aquí llegó este proyecto, no puedo más, me cansé, abandonaré”.
Pero quizás estás a un paso de tu objetivo y lo que necesitas es
seguir intentando, tener un poco de confianza en ti mismo y agarrarte de
la mano de Dios que nunca te suelta.
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