LA VERDAD ES UN FLOR QUE FLORECE EN NUESTRO INTERIOR

Miles de Años de Creencias, Ideas y Pensamientos no han sido suficientes para ser conscientes de que la Verdad está en Nuestro Interior, es ahí donde resuena y sabes que es cierto.

   

Es cuanto damos un paso atrás para tener una mejor perspectiva, vemos un mundo repleto de violencia, de agresividad, competitividad, lleno de sinrazón; un mundo que no es coherente con la naturaleza, que se apropia de lo que no le corresponde y no duda en exprimir sus recursos; en definitiva un mundo que refleja en el exterior nuestro propio estado interior.

    

Podemos poner todas las leyes que queramos más o menos acertadas; Inventar más y más religiones; ideaciones de tendencias New Age. Nada de eso va ayudar en lo más mínimo a cambiar este mundo sin primero ser conscientes de que es nuestro interior el que debemos cambiar. Nuestra perspectiva de la vida la reflejamos en lo que percibimos justo después de haberlo creado antes en nuestras mentes y no al revés. Es decir somos los creadores de nuestras experiencias y del mundo material externo.

    

Creamos leyes para intentar solucionar problemas, pero no vemos de donde surge ese problema. Nos asusta indagar en ello quizás por que tememos descubrir que somos nosotros la causa del mismo. Es mucho más sencillo ponerle un parche a la rueda y seguir haciéndola girar, incluso hasta que un día ya no exista camino por el que rodar.

    

Nos escondemos en la religión temerosamente, esperando no defraudar al Creador y ser lo suficientemente buenos como para merecer la vida eterna. Siguiendo unos patrones que no son más que ideas e interpretaciones de hombres como nosotros, pero que llevan muchos años incrustándose en nuestros cerebros y que ya defendemos como ciertas.

    

Incluso temas muy de moda, espiritualidad, metafísica, física cuántica que ofrecen cierta esperanza a las mentes ansiosas de amparo y que anhelan encontrar estabilidad, mentes que buscan algo que permanezca, algo que no se desvanezca.

Que no te cuenten como es el Mundo, descúbrelo por ti mismo o habrás desperdiciado tu Vida, habrás vivido la Vida de Otros

    

Todo esto no es más que ideas y pensamientos de otros que hemos adoptado porque queremos encontrar algo que nos haga sentir vivos de verdad, que nos garantice que este mundo tiene su sentido aun cual loco lo podamos observar.

    

Podemos sentirlo ahora, aquí en este preciso momento, no es necesario recorrer miles de kilómetros para encontrarnos con el último Buda viviente. En vez de buscar al Buda, seamos el Buda, seamos el que ha despertado.

    

Observar el mundo interior, sin juzgarlo, ensimismarnos de tal modo que seamos conscientes de que es lo que nos está sucediendo, sin entenderlo a nivel mental, solo sentirlo, vivirlo y dejarlo ser como ya es. Afrontar el miedo a esa parte oscura que está encerrada en nuestro subconsciente y que se refleja a través de nosotros en la sociedad. Esa sociedad que criticamos y tildamos de inhumana, que nos recuerda continuamente que tenemos que trabajar desde dentro de cada uno de nosotros. Es por eso que todo tiene sentido. Es por eso que aquello que no nos gusta fuera, lo tenemos que arreglar dentro. Esto es la evolución.

    

No deis por echo lo que dice el mundo, venga de donde venga la información. No deis por hecho lo que yo te os digo en estas líneas. Más bien ser vosotros mismos los que experimentéis la verdad no con palabras sino sintiéndola. No existe mayor dicha que darse cuenta de que algo es cierto, de saber con rotunda seguridad “Si, sé que eso es verdad”. Nada es verdad hasta que no lo experimentamos, ni tampoco mentira, son solo pensamientos, ideaciones de nuestras mentes. Nos toca a nosotros dejarnos atrapar por el momento presente y descubrir que es verdad y que ideación mental.

    

Necesitamos del silencio, del silencio interior, conectar con nosotros mismos, olvidarnos de lo que creemos cierto y averiguarlo por experiencia propia. Es de este modo en el que la libertad se vislumbra no como una quimera, sino como la certeza absoluta de que es la única meta del ser  humano. Libre, sin sufrimiento y sin cuestionarnos el mundo que nos rodea, pues sabemos en el fondo de nuestro corazón que es como tiene que ser para que la evolución continúe incesantemente igual que siempre lo ha hecho.

Gracias, Gracias, Gracias

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